Pasó el húngaro sin pena ni gloria, igual que Di Stéfano, que entre lesiones y un cierto desinterés por vestir una camiseta que seguramente no sentía como propia, no hizo nada reseñable en los partidos que jugó de rojo. Los Biało-czerwoni (blanco y rojos) llegaron al tiempo extra, donde perdieron por un ajustado 6-5. Ernest Wilimowski, futbolista del Ruch Chorzów, camiseta españa futbol marcó cuatro de los cinco goles de Polonia en una de las actuaciones individuales más impresionantes de la historia de la Copa Mundial. El Madrid no era un club, era un imaginario colectivo donde los españoles -especialmente los de regiones pobres y depauperadas- se sentían triunfantes, gloriosos y se cubrían con el manto de las grandes palabras de la historia: coraje, unión, batalla, talento, victoria, victoria, victoria.